Abel Jeraldo, de 63 años, nunca imaginó que una rutina dominical cambiaría su vida y
marcaría un antes y un después en la historia de la salud pública del norte del país. El
domingo 14 de junio de 2025, mientras se encontraba en un mercado local en La Serena,
comenzó a sentir un zumbido intenso en la cabeza y movimientos involuntarios en sus
piernas. Consciente de que algo no estaba bien, y sospechando que podría tratarse de un
accidente cerebrovascular (ACV), rápidamente pidió ayuda a los vecinos que lo
acompañaban y les entregó su celular para que avisaran a su familia. Fue llevado al CESFAM
Pedro Aguirre Cerda y desde allí derivado al Hospital San Pablo de Coquimbo, donde se
confirmó el diagnóstico de ACV.
Debido a que no era candidato para trombólisis (el tratamiento convencional), en ese
momento se activó, uno de los primeros protocolos de trombectomía mecánica cerebral de
urgencia en la historia de la Región de Coquimbo y de todo el norte de Chile. Es así como,
en rápida coordinación con SAMU, Abel fue trasladado al Hospital de La Serena, donde en
menos de dos horas, los equipos médicos lograron extraer el coágulo que bloqueaba el flujo
sanguíneo hacia su cerebro.
Gracias a esta intervención oportuna y coordinada, hoy Abel se encuentra estable y en
proceso de recuperación. “Este es mi segundo episodio fuerte, porque tengo un cáncer y
estoy siendo tratado y en observación. Pero esto me cambia la vida. Y cambia, para las
demás personas, porque uno puede tener un testimonio que le diga, ‘oye, ¿sabes qué?
cuídate’. A veces nos olvidamos que hay que comer saludable, hacer ejercicio o cuidar
nuestro corazón, ahí hay una enseñanza. Y lo único que sé, es que el tema de Dios es súper
importante, porque él se puso en las manos de cada uno de los médicos que hicieron esto,
porque ellos sabían lo que hacían, son tremendamente profesionales y todas las personas
que atienden en el área de salud”.
Para Margarita Contreras, pareja de Don Abel, los resultados de esta cirugía fueron
impresionantes. “Estoy feliz de verlo bien, porque yo tuve un compañero de trabajo que le
dio lo mismo y hasta el día de hoy, a él le cuesta hablar, tiene que caminar con bastón y
todo. Yo sabía que esto era muy grave, me lo dijo el doctor en Coquimbo, no había buenos
pronósticos. Así que después de verlo así, es un milagro, agradezco a los profesionales que
actuaron tan bien y a tiempo”.
¿En qué consiste esta intervención?
Avenida Videla S/N – Teléfono: (+56) 51 2336702 / (+56) 51 2336703
La trombectomía mecánica cerebral es un procedimiento médico que se realiza cuando una
persona sufre un accidente cerebrovascular isquémico, es decir, cuando un coágulo tapa
una arteria e impide que la sangre llegue a una parte del cerebro.
Lo que hacen los especialistas es introducir un tubo delgado (catéter) por una arteria de la
pierna o del brazo y lo van guiando hasta el lugar donde está el coágulo en el cerebro. Una
vez allí, extraen el coágulo para que la sangre pueda volver a circular normalmente.
Este procedimiento es muy efectivo, pero debe hacerse lo antes posible, idealmente dentro
de las primeras 4 a 6 horas desde que comienzan los síntomas, ya que el tiempo es clave
para evitar daños graves en el cerebro. Así lo destaca el Dr. Tomás Carmona, médico
neurocirujano del Hospital San Pablo de Coquimbo, y miembro del equipo de neuro
intervencionismo que realizó esta cirugía. “Lo bueno de don Abel, es que la persona que
reconoció los síntomas, los observó de manera muy precoz. Él tenía una oclusión en una
arteria que es muy importante, que el problema es que, si esa oclusión hubiese seguido ahí,
eventualmente la capacidad del cerebro de compensar hubiese determinado y hubiese
quedado con el paciente falleciendo abiertamente, o conectado a ventilación para siempre,
o con muchas secuelas. Él consultó, o sea, lo trajeron de una manera muy precoz, lo cual
nos permitió actuar sin que hubiera un mayor daño en el cerebro”, explicó el especialista.
Activación en Red
Este importante avance para la salud regional fue posible gracias a la coordinación
estratégica entre los hospitales de la conurbación y el SAMU. Situación que destaca Ernesto
Jorquera, director del Servicio de Salud Coquimbo. “Aquí existe trabajo colaborativo en red,
profesionales tanto del Hospital de La Serena como del Hospital de Coquimbo hicieron
posible el procedimiento de este paciente. Esos son elementos esenciales y que también le
muestran a la comunidad de la región en general que su Red Asistencial permanentemente
está buscando nuevos mecanismos para ir aumentando la capacidad de respuesta sobre
problemas que antes no teníamos y ahora sí podemos tener. Entonces, es un gran salto en
lo que hemos hecho en la zona norte del país porque es la zona más al norte en la cual se
está haciendo esta intervención por primera vez”, comentó la autoridad regional.
El protocolo o flujo de atención inicia en el Hospital de Coquimbo, centro de referencia
regional en neurología, donde se realiza un TAC cerebral que permite confirmar el
diagnóstico y evaluar si el paciente cumple con las condiciones clínicas necesarias para el
procedimiento. Si es candidato, es derivado al Hospital de La Serena, único establecimiento
en la región que cuenta con el equipamiento necesario para realizar la trombectomía
mecánica, incluyendo un angiógrafo, dispositivo que brinda imágenes detalladas de los
vasos sanguíneos del cerebro.
Además, el equipo clínico del Hospital de La Serena, compuesto por enfermera, tecnólogo
médico y arsenalera, fueron capacitados el año pasado específicamente para enfrentar este
Avenida Videla S/N – Teléfono: (+56) 51 2336702 / (+56) 51 2336703
tipo de procedimientos de alta complejidad, con el objetivo de brindar una atención segura,
eficiente y oportuna.
En ese sentido, Sergio Puebla, subdirector médico de Atención Cerrada Hospital de La
Serena, destacó que “tenemos profesionales que vienen de Coquimbo, y nosotros
prestamos a nuestros profesionales e infraestructura. Este es un procedimiento muy
importante porque tiene una eficacia de un 70% a un 80%. Tiene un periodo de ventana,
por lo tanto, hay que estar muy alerta con los síntomas y los signos que produce esta
enfermedad y los resultados son espectaculares, como lo han señalado, con una gran
sobrevida”.
En efecto, los beneficios de la trombectomía mecánica son significativos. Permite salvar
vidas y reducir al mínimo las secuelas neurológicas que podrían dejar a una persona con
discapacidades graves o incluso en estado de dependencia total, además de optimizar los
tiempos de recuperación y utilización de camas críticas en la red asistencial.
De hecho, durante ese mismo fin de semana y solo con unas pocas horas de diferencia,
también fue intervenida con éxito una mujer de 57 años, quien actualmente presenta una
evolución favorable. Casos como estos confirman la efectividad de esta nueva prestación,
que ya están marcando un antes y después en la historia de la salud pública del norte del
país.