Este domingo, el fútbol europeo y alemán se visten de luto con la trágica noticia del fallecimiento de Franz Beckenbauer, figura emblemática que dejó una huella indeleble en el deporte. A los 78 años, Beckenbauer, conocido como “El Kaiser”, nos deja tras una vida dedicada al fútbol, marcada por éxitos tanto como jugador, entrenador y dirigente.
Beckenbauer fue la piedra angular en la historia del Bayern, contribuyendo a la reconstrucción del club y consolidándolo como uno de los más destacados de Europa en las últimas cinco décadas. Su legado incluye la consecución de tres Copas de Europa consecutivas, un hito sin igual en el fútbol europeo.
En el ámbito internacional, Beckenbauer destacó al ganar la Copa del Mundo como jugador en 1974 y como entrenador en 1990, siendo un protagonista clave en la historia del fútbol alemán. Además, desempeñó un papel fundamental en la organización de la Copa del Mundo de Alemania en 2006.
A pesar de sus triunfos, su carrera no estuvo exenta de controversias. En el laberinto burocrático de la FIFA, Beckenbauer enfrentó desafíos que afectaron su prestigio, especialmente en relación con una investigación por cohecho iniciada en 2016, que no concluyó antes de la prescripción de los presuntos delitos.
Franz Beckenbauer, al igual que Maradona y Pelé, se convirtió en un ícono del fútbol mundial, siendo reconocido como un organizador excepcional. Su pérdida deja un vacío en la comunidad futbolística y una montaña de tristeza entre sus admiradores.