Anoche se vivió un complejo momento en medio del amistoso entre Colo Colo y Universitario de Lima, que se tuvo que suspender debido a graves incidentes protagonizados por la Garra Blanca.
Finalmente, se jugaron poco más de 50 minutos antes de que el juez decidiera dar por terminado el partido debido a los múltiples fuegos de artificio que se lanzaron desde el sector de la barra colocolina, algo que complicó directamente a los simpatizantes del equipo peruano.
El hecho podría generar graves sanciones al club, debido al desenlace ocurrido. Incluso, el oscuro panorama se prevé aún más complejo, luego que se confirmara el fallecimiento de un seguidor albo a las afueras del estadio, debido -según el fiscal- a una riña entre hinchas.
Despido del gerente de seguridad
La fatídica jornada generó un remezón interno en la cúpula de Blanco y Negro, pues advierten que el duelo se ejecutó sin la presencia de un gerente de seguridad y de operaciones, lo que podría haber afectado la planificación del duelo.
Precisamente, en uno de los últimos directorios se zanjó la salida del gerente de Operaciones y Seguridad, Rodrigo Herrera, por petición del nuevo presidente Aníbal Mosa. El hecho, según advierten a As.com causó “sorpresa por la buena evaluación que tenía de parte de la administración”.
Sin embargo, fuentes ligadas al club, aseguran a AS.com que “la salida no obedece a una evaluación profesional, sino a parte del acuerdo que firmaron Aníbal Mosa y Matías Camacho (presidente del Club Social y Deportivo) en abril pasado para que el empresario asumiera la presidencia de Blanco y Negro”.
¿La razón? Según advierten, la salida del ejecutivo sería una “solicitud especial de Matías Camacho” ante la negativa de Herrera “de eliminar de la lista 102 (prohibición de ingresar al estadio) a un grupo de barristas”.
Más allá de la discrepancia interna de la cúpula alba, lo cierto es que Blanco y Negro arriesga una dura sanción que se podría ejecutar en los próximos días y que, de paso, afectaría, directamente a las arcas del club.
