En poco tiempo, Marco Oroná (18) se ha convertido en un nombre destacado del Fútbol Joven de Universidad de Chile. El volante uruguayo llegó a principios de este año al club y hoy es una pieza clave en el equipo de Proyección.
Oroná aterrizó en Chile como una apuesta. El mediocampista venía del fútbol amateur de Uruguay, concretamente del Sportivo Barracas de Dolores, y durante su adolescencia había sumado pruebas en Plaza Colonia, River Plate de Montevideo, Montevideo Wanderers y Gremio de Porto Alegre. En la U buscaba su gran chance.
El formado en La Villa FC ha justificado su fichaje en el elenco universitario y sus buenas actuaciones también le han permitido llegar a la Selección Sub 20 de Uruguay. Hace unos días estuvo en el Complejo Celeste y participó de dos amistosos, ante Australia y Estados Unidos, y en ambos fue titular.
En la familia de Marco hay mucha emoción por este presente y Juan Orona, el padre del joven, lo reconoce. “Es un orgullo inmenso. Cuando la gente me pregunta por él, me quiebro. Es algo que no se puede explicar, porque uno lo vio crecer… Tarde o temprano iba a llegar su oportunidad, porque condiciones le sobraban”, dice a AS.
– ¿Qué le cuenta Marco sobre su actualidad en la U?
– Si bien hablamos casi todos los días, yo a veces no lo quiero molestar. Pero él está muy contento… Yo le digo que estar en la Universidad de Chile y ser citado a la Selección uruguaya es el sueño del pibe. Me acuerdo que, cuando jugaba Uruguay y lo mirábamos juntos, él se envolvía con la bandera y me decía ‘papá, yo voy a estar ahí’. Jamás me voy a olvidar de eso (se emociona).
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– ¿Piensa venir a Chile para estar con su hijo y conocer las instalaciones de la U?
– Me encantaría. Estoy ahorrando unos pesos para ir conocer a la gente de la U y sus instalaciones. Marco me dice que no es nada que ver con las canchas y los estadios de acá, y que la gente muy amable, a pesar de las rivalidades entre clubes.
– Ahora, él debe querer tener una oportunidad en el primer equipo de la U…
– Sí, pero yo le digo que todo va a llegar a su tiempo. Marco debe seguir trabajando duro, esforzándose, y haciendo las cosas bien. Él es un chico muy humilde, que no habla mucho, pero su sueño es llegar a la Primera de la U de Chile. Él ya está entrenando con el primer equipo.
– En Villa Soriano, su pueblo, deben mirar con orgullo a Marco, ¿no?
– Sí, seguimos todas las páginas chilenas que nos puedan saltar en Instagram y Facebook. Toda la gente de acá está enloquecida con él… El otro día, antes de que Marco jugara con la Selección, los más pequeños de La Villa FC le hicieron un video para apoyarlo. Fue muy emocionante.
– En general, la vida de Marco ha cambiado muy rápido. Hace un tiempo estaba en el fútbol de barrio y hoy se mueve entre la U y la Selección uruguaya Sub 20…
– Sí, es chocante. Yo me pongo a hablar con gente sobre Marco, y ahora con usted, y me dan ganas de llorar. Como le dije, uno lo vio crecer y siempre lo apoyó. Recuerdo que, en pleno invierno, viajábamos en moto hacia Dolores cuando a él le tocaba jugar por la Selección de la ciudad. Ver el crecimiento que ha tenido en tan poco tiempo, y que haya madurado tan rápido, es algo hermoso. Para mí, como padre, es un orgullo.
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