El Ministro de Energía de Chile, Diego Pardow, ha anunciado que, a partir del 1 de julio, las cuentas de la luz en el país aumentarán hasta un 62% para la mayoría de los clientes, debido a la implementación de la Ley de Estabilización de Tarifas Eléctricas. Este incremento también afectará a los consumidores industriales con un alza de hasta el 90%. La postergación de esta medida durante cinco años ha llevado al significativo aumento en las tarifas, lo que resultará en que una factura de 20 mil pesos podría subir a 30 mil pesos.
Para mitigar el impacto del alza de tarifas, el Gobierno ha decidido implementar un subsidio de electricidad que beneficiará a casi tres millones de personas con una reducción automática del 30% en sus facturas. Las comunas seleccionadas para recibir este beneficio son Tocopilla, Mejillones, Huasco, Quintero, Puchuncaví y Coronel. Estas áreas han sido elegidas debido a la presencia de centrales eléctricas a carbón, lo que justifica la necesidad del subsidio.
Es importante destacar que la reducción en las cuentas de la luz variará según la comuna. Aunque todos los beneficiarios recibirán una disminución en sus facturas, la cantidad exacta dependerá de la ubicación geográfica del consumidor. Esta variabilidad es parte de lo estipulado por la normativa que regula el subsidio.
El aumento en la tarifa de electricidad y el subsidio han generado un amplio debate en el país. Por un lado, el incremento representa una carga adicional para la economía de los ciudadanos, especialmente en un contexto de dificultades financieras. Por otro lado, el subsidio ofrece un alivio parcial, aunque limitado a ciertas comunas, lo que ha suscitado diversas opiniones y preocupaciones entre la población afectada.
Este aumento en las tarifas también tendrá un impacto significativo en la industria del país. Con un incremento del 90% en las facturas de electricidad, las empresas podrían enfrentar mayores costos operativos, lo que potencialmente afectará sus niveles de producción y, en consecuencia, la economía del país en general. Este aspecto añade otra capa de complejidad a la situación, ya que las repercusiones económicas pueden ser amplias y profundas.
