El 17 de febrero de 2021, Tomás Bravo, un pequeño de tres años que residía junto a su familia en la comuna de Arauco, en la región del Biobío, desapareció. Tras una exhaustiva búsqueda, su cuerpo fue encontrado sin vida nueve días después.
Ese día, Tomás se encontraba con su tío abuelo, Jorge Escobar, en el sector de Caripilún. Escobar fue la última persona en verlo con vida. Según su versión, el niño lo acompañó a buscar unos animales a un campo cercano, como solían hacer habitualmente. Sin embargo, Escobar decidió regresar solo cuando uno de los animales se quedó atrás, momento en el que perdió de vista a Tomás. Escobar fue detenido el 26 de febrero, el mismo día en que encontraron el cuerpo del niño. Inicialmente, fue acusado de homicidio calificado, pero posteriormente fue liberado por falta de pruebas que demostraran su participación directa en la muerte de su sobrino.
El caso se convirtió en un enigma para los investigadores debido a la falta de evidencias concretas. En abril de 2023, se decidió cerrar la causa por homicidio calificado. En diciembre del mismo año, el Ministerio Público también clausuró una segunda línea de investigación por el delito de abandono de menor con resultado de muerte.
Ante esta situación, el Ministerio Público debía decidir si llevar al tío abuelo de Tomás a juicio bajo una nueva arista. Finalmente, se confirmó que Escobar enfrentará un juicio, solicitando una pena de 10 años de cárcel. La audiencia de juicio oral contra Escobar se fijó para el próximo 23 de julio en el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Cañete.
En 2024, se conocieron detalles de la investigación liderada por la Fiscalía, que reunió a 67 testigos que serán llamados a declarar en el juicio oral, además de presentar un centenar de pruebas.
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