Arturo Vidal cumplió su primera gran promesa. El ‘Rey’ había dicho ni bien volvió a Colo Colo que quería competir a nivel internacional y que el club pueda pelear cosas importantes. Al menos, la parte inicial de ese relato ya la consiguió, luego de dejar en el camino a Godoy Cruz y Sportivo Trinidense en las fases previas de la Copa Libertadores.
Colo Colo aseguró su presencia en el sorteo de los 32 equipos que lucharán por el título más importante del continente. Y Vidal lo valora. “Lo dije cuando firmé en Colo Colo, que venía por algo grande. Gracias a Dios cumplimos este objetivo, que es estar entre los mejores de Sudamérica. Ahora a prepararse bien. Vamos a tener mucho tiempo hasta que empiece la Libertadores”, señaló post clasificación.
“Este equipo tiene mucha hambre de triunfar, de volver a meter a Colo Colo entre los mejores. Esta gente se merece todo, desde que empezó el año nos han apoyado al máximo, esta gente se merece cosas lindas a fin de año y ojalá se las podamos dar”, insistió después. Fue la forma en la que terminó una noche copera que le dio su primera gran alegría.
Pero para llegar a esa satisfacción, Vidal tuvo que transitar por horas complejas. La derrota en el Superclásico ante Universidad de Chile golpeó a Colo Colo y, en particular al ‘King’, que recibió burlas y críticas que, en su estilo, respondió.
La dura previa de Vidal: frases contra la U y polémicas ajenas
Vidal sufrió críticas y se vio involucrado en polémicas propias y ajenas. Por ejemplo, en múltiples ocasiones declaró en contra de la U, como por ejemplo que O’Higgins era un club más grande que los azules, dichos que sacaron ronchas en las redes sociales.
No fue lo único. Su ‘mano derecha’, Juan Ramírez, salió a defenderlo de las críticas y terminó teniendo una pelea virtual con Juan Cristóbal Guarello. La previa no fue tranquila.
Pero cuando entró a la cancha este miércoles, la presión se la sacó de inmediato con el gol de Leonardo Gil a los cuatro minutos. Era el escenario perfecto para espantar la tensión provocada por la derrota del domingo pasado. Posteriormente, el 2-0 de Carlos Palacios aumentaba esa tranquilidad, pero el descuento paraguayo reflotó los nervios.
Vidal metió como siempre e incluso contó con una volea muy potente que fue despejada por el arquero rival. Cuando dejó la cancha en el cierre, se llevó una ovación del Monumental, que él respondió con saludos múltiples. La primera promesa ya fue cumplida.
